El sistema PEFC, que certifica anualmente la Gestión Forestal Sostenible en Castilla y León, ha celebrado la pasada semana su auditoría anual, centrada en esta ocasión en las provincias de León y Zamora. El resultado ha sido favorable, lo que permite sacar al mercado productos con el sello PEFC, que garantiza a los consumidores la procedencia de bosques gestionados con criterios de sostenibilidad. El examen se ha desarrollado este año con medios telemáticos como consecuencia de la declaración del estado de alarma por la COVID-19.
En esta auditoría se ha evaluado la gestión forestal que se lleva a cabo en cuatro Unidades de Gestión Forestal, dos en cada una de las provincias referidas. Además de otros montes de menor relevancia, en Zamora se ha analizado un Grupo Ordenado de Montes con gran extensión superficial (4.501,91 hectáreas), y en León, un monte emblemático también de gran dimensión, el Valdesamario, con 4.955,31 hectáreas.
La Entidad Solicitante Regional es la Mesa Intersectorial de la Madera de Castilla y León (MIMCYL). Todos los años se hacen dos auditorías de certificación, una interna, promovida por la propia Entidad Solicitante Regional (MIMCYL), que este año afectó a las provincias de Valladolid y León, con resultado igualmente favorable, y otra externa, que la realiza otra tercera entidad que está acreditada para certificar por el sistema PEFC, y que es la que se ha realizado durante la semana pasada.
Para el desarrollo de estos trabajos, la MIMCyL ha contado con los servicios de asistencia técnica de Cesefor, en colaboración y apoyados por los diferentes servicios de la Junta de Castilla y León, para el mantenimiento y coordinación del sistema voluntario de adhesión a la Certificación Forestal Regional implantada en Castilla y León.
Esa asistencia técnica a la MIMCyL por parte de Cesefor consiste en informar sobre el proceso de certificación a los propietarios interesados, tramitar las solicitudes de adhesión al sistema, control de la documentación generada para el mantenimiento de la certificación, así como la realización de las auditorías internas anuales en representación de la Entidad Solicitante (MIMCyL).
En todo este proceso, el departamento de Gestión Forestal y Recursos Naturales de Cesefor también asume la asistencia técnica y representación de la entidad solicitante en las auditorías externas, en estrecha colaboración con la administración regional, además de las asociaciones forestales y propietarios de los montes, para la elaboración de las acciones correctivas y supervisión en su implantación, entre otras cuestiones.
La GFS en Castilla y León
Hasta el año que viene, en que se realizará una nueva auditoría de revisión, se van a poder beneficiar de este sello de calidad en la gestión 746.411,12 hectáreas de montes en Castilla y León, que representan el 25% de la superficie forestal arbolada total de la Comunidad (2.982.318 hectáreas), justo el doble de la media nacional, que se sitúa en el 12,5 %, y el 80,5 % de la superficie ordenada total existente en Castilla y León (927.441 hectáreas).
La Comunidad sigue siendo la autonomía que más superficie aporta a la certificación forestal por el sistema PEFC a escala nacional, siendo su aportación el 32,5 % del total de la superficie PEFC certificada en España (2.299.352 hectáreas).
En torno al 93 % de la superficie certificada es aportada por los montes gestionados directamente por la Consejería de Fomento y Medio Ambiente (montes de utilidad pública y consorciados) y el resto, el 7 % de la superficie certificada, es aportada por otros propietarios, tanto de titularidad pública como privada. Del conjunto de montes gestionados por la Consejería de Fomento y Medio Ambiente, más del 50 % de la superficie arbolada se encuentra certificada.
En Castilla y León, una parte de la superficie forestal ordenada, tanto pública como privada, y que, por tanto, cuenta con instrumento de planificación forestal, se ha acogido al sistema de certificación de Gestión Forestal Sostenible por el sistema PEFC, que garantiza que la gestión de esas superficies forestales se realiza con criterios de sostenibilidad, dando garantía a los consumidores finales que están usando productos que no proceden de bosques explotados más allá de sus límites biológicos.
Este reconocimiento se logra con la posibilidad de incorporar el logo del sello PEFC en todos los productos elaborados con los recursos procedentes de los montes certificados (madera, leñas, miel, aromáticas, etc.).