En América Latina y el Caribe el bosque natural se ha venido manejado principalmente para la producción de madera, papel y energía (leña), en algunos casos en forma excesiva, lo que consecuentemente ha causado fuertes presiones hacia su conversión o protección.
Además, según las estimaciones de la FAO para el año 2050, la población mundial será 9 000 millones de personas, por lo tanto se tendrá que incrementar la producción mundial de alimentos y la superficie cultivada para suplir esta demanda. Resultado de ello se prevé el aumento de la presión sobre los Bosques. Las prácticas de explotación se han intensificado como respuesta a la demanda del mercado nacional e internacional de maderas principalmente y por otra parte los enfoques técnicos en aprovechamiento del recurso maderero y silvicultura, no consideran aún otros aspectos importantes de los ecosistemas boscosos como los ecológicos, los bienes y servicios que brindan a escala de paisajes, así como las implicancias sociales, económicas, ambientales e institucionales del bosque y su manejo.
En América Latina y el Caribe, los bosques ocupan el 48.7% del territorio (aproximadamente 860 millones de hectáreas), y se calcula una tasa de deforestación promedio de 4 millones de hectáreas por año (solamente para América del sur) en los últimos 10 años.
El mejoramiento de la base de conocimientos sobre la dinámica de la población forestal, de las medidas de sustitución de la diversidad biológica de los bosques y de los impactos de las prácticas tradicionales y modernas de agricultura, ganadería y silvicultura, promueven el desarrollo de regímenes de manejo sostenibles. Sin embargo, su aplicación dependerá de los regímenes económicos, políticos y culturales que determinan el equilibrio entre la conservación y la reconversión de los ecosistemas; la preservación y la producción dentro de los bosques y las prácticas silvícolas y agrícolas dentro de los sistemas de producción.
Por lo expuesto, el significado actual del manejo forestal sostenible va mucho más allá de la problemática de la deforestación y reforestación. Tiene que ver con las sociedades y las personas y la necesidad de que deban y puedan mantener y aumentar los servicios, beneficios económicos y la salud de los bosques para su desarrollo y mejor calidad de vida. A partir del estudio “En Busca de Casos Ejemplares de MFS en ALC”, se visualizó que los bosques pueden ser gestionados y manejados aplicando criterios de sostenibilidad a diferentes escalas, en variados contextos y por distintos actores y que definitivamente el buen manejo, es un efectivo freno a la deforestación, contribuye a la reducción de la pobreza y permite la sostenibilidad de los bienes y servicios ambientales que los ecosistemas forestales ofrecen, además de ser el epicentro para mitigación del cambio climático.
Las principales recomendaciones que surgieron del análisis realizado en el estudio regional de los casos ejemplares, se enfocan a promover e incentivar la formación de recursos humanos a distintos niveles, ampliar la transferencia de conocimientos y lecciones aprendidas, y aumentar el conocimiento de casos de buen manejo, a fin de tomarse en cuenta para revisar, mejorar y reformular marcos legales y políticas de la gestión forestal.
Este manual también está disponible en inglés en el siguiente enlace.
