Aunque tradicionalmente el otoño se considera la temporada estrella para la recolección de setas, la primavera también ofrece un variado repertorio de especies. En primavera las temperaturas empiezan a ser más suaves, dejando ya las heladas de enero y febrero a un lado y dando paso a la aparición de setas de gran interés . La variedad de setas que podemos encontrar en primavera es mucho más reducida que la de otoño, ¡pero ni mucho menos de peor calidad! La gran mayoría de las setas comestibles que encontraremos desde marzo hasta junio están considerados por los cocineros como de excelente calidad.
En estos primeros meses del año 2024, el clima ha jugado un papel destacado con datos de la AEMET que indican condiciones entre lo normal y lo húmedo en la mayor parte de la Península. En el tercio norte, se ha registrado un marcado aumento de la humedad, acompañado de anomalías térmicas de más de 3 ºC sobre lo habitual, lo que ha adelantado la fructificación de los marzuelos (Hygrophorus marzuolus) detectándose los primeros ejemplares ya en la segunda quincena de enero.
Sin embargo, tras una buena temporada de marzuelos, el repentino aumento de las temperaturas en la última semana, más propias del mes de mayo, ha provocado en nuestros montes un drástico descenso en la producción de esta especie. Como consecuencia, hemos empezado a avistar los primeros ejemplares de perretxicos (Calocybe gambosa), colmenillas (Morchella sp.) y otras setas de primavera, señales claras de una transición en la temporada micológica.
Invitamos a nuestros recolectores a aprovechar estas vacaciones de Semana Santa para explorar la extensa red de parques y acotados micológicos del Programa Micocyl, que abarca más de 200.000 hectáreas de hábitats productores de setas. Las setas no son exclusivas del otoño; la primavera nos brinda la oportunidad de descubrir nuevas especies con un gran valor gastronómico y cultural. Aprovechemos esta época del año para explorar, aprender y disfrutar de todo lo que el mundo micológico tiene para ofrecer.
