
Aunque la campaña micológica no está siendo especialmente generosa en cuanto a fructificación de especies de setas comestibles, los montes segovianos siguen ofreciendo pequeños tesoros para quien se acerca con curiosidad y mirada atenta. La humedad intermitente y los claros de luz han permitido que, entre acículas, musgos y hojarascas, sigan apareciendo setas muy diversas que, aun sin llenar la cesta para consumirlas, regalan oportunidades magníficas para la fotografía micológica.
En estos días, muchos aficionados a la micología están cambiando la navaja por la cámara: un gesto que transforma la salida al monte en un viaje estético, donde cada hongo se convierte en un personaje silencioso con su propio brillo.
La fotografía micológica se abre camino como una afición en pleno crecimiento, celebrada por quienes encuentran en los hongos un universo de texturas, colores y geometrías que parecen surgidos de un cuento natural.
Segovia, un escenario privilegiado para la creatividad micológica
Los acotados de la Red Micocyl en la provincia de Segovia: SG-50.002 Montes de Segovia y Sg-50.005 Montes de la Junta de Castilla y León en Segovia, referentes en la gestión sostenible del recurso, ofrecen una gran variedad de hábitat micológicos a quienes desean explorar y documentar la diversidad fúngica del territorio. Aunque esta campaña no abunda los boletus ni los níscalos, sí ofrece otras especies igualmente fascinantes para fotografiar sombreros estriados, láminas perladas, esporadas caprichosas y formas que parecen talladas por artesanos invisibles.
En estos espacios regulados, la experiencia se disfruta con tranquilidad, rodeados de bosques bien gestionados, señalizados y un ambiente que invita a la observación pausada y respetuosa. Y si se recorren sus praderas silenciosas con paciencia, aún se puede encontrar alguna seta de cardo (Pleurotus eryngii) o las apreciadas senderuelas (Marasmius oreades), para que la jornada sea redonda.
Los acotados Micocyl de Segovia: un auténtico paraíso de ecosistemas
Al norte, en Tierra de Pinares, los extensos pinares resinero y piñonero crean un escenario ideal para una gran variedad de especies. Allí destacan: níscalos, boletus, setas de cardo, senderuelas, pucheruelos, bonetes, turmas y otras muchas especies que sin tener interés culinario poseen un gran tractivo para capturar con la cámara de fotos, con sombreros amarillentos, anaranjados, formas sinuosas y texturas sorprendentes afloran entre la hojarasca, creando un tapiz fotográfico perfecto.
Al sur, en las laderas de la Sierra de Guadarrama, la altitud y la humedad dibujan otro paisaje micológico. En este entorno serrano, el protagonismo lo toman de nuevo los boletus y los níscalos, firmes y elegantes entre robledales y pinares de montaña. Un hábitat distinto, luz distinta, hongos distintos… y fotografías completamente nuevas.
Creatividad sin límites: collages, composiciones y arte en el monte
Muchos aficionados están dando un paso más: no solo fotografían los hongos, sino que crean collages, composiciones artísticas o pequeñas series temáticas que celebran la diversidad micológica de la provincia de Segovia. Cada salida se convierte en una oportunidad para experimentar con luces, encuadres y perspectivas que revelan mundos invisibles a simple vista.
El monte, aun en campañas discretas, sigue ofreciendo historias.
Solo hace falta una cámara o un móvil con ojos curiosos para descubrirlas, y ya de paso lleva tu cesta, navaja y tu permiso de recolección por si hay fortuna y encuentras alguna de las preciadas especies comestibles, obtén aquí tu permiso de recolección:https://permisos.micologiacyl.es/acotado/montes-de-segovia
¡Ven a visitarnos! Cada acotado es un escenario cambiante, una galería natural que se renueva con cada amanecer. Visor de montes regulados: https://www.micocyl.es/visor/



