Las islas Canarias tienen una hidrología forestal propia, condicionada por un terreno, el volcánico y una orografía abrupta típica de los entornos insulares, que ha hecho a sus técnicos forestales, especialistas únicos en la materia creando unas técnicas y obras de restauración con las que han favorecido el desarrollo de las economías forestales insulares y el acceso al monte para aprovechar sus recursos de la manera más sostenible posible. También han sabido modelar y conservar el bosque para que este pueda ejercer una función protectora desde el punto de vista ambiental hasta el hidrológico. El monte es un regulador de los recursos hídricos, ya bien mediante el aprovechamiento de la humedad y la precipitación de niebla o bien mediante la sujeción y conservación de los suelos, por otro lado las raíces favorecen la infiltración y por ende en algunos casos la recarga del acuífero insular. En las zonas forestales de Canarias, no existen corrientes de agua de carácter continuo como los ríos en la península Ibérica, pero si es cierto que son importantes los regímenes de lluvia torrenciales que se alcanzan en estas latitudes, con catástrofes que han causado víctimas mortales, de ahí la importancia de este repaso histórico para evidenciar las aportaciones de los técnicos forestales en esta materia a través de algunos de los proyectos más relevantes para la sociedad y medioambiente canario.