
El parque micológico de Zamora, que pertenece a la red Micocyl, sigue creciendo y consolidándose como un referente en la micología del oeste de Castilla y León. Este espacio natural, que alberga más de 800 especies de setas, continúa su expansión con la próxima incorporación de nuevos municipios a su zona regulada.
Durante la asamblea anual celebrada el pasado 13 de marzo en el Museo Micológico de Rabanales, los ayuntamientos ya integrados en el parque aprobaron la futura adhesión de localidades como Manzanal del Barco, Gallegos del Río, Carbajales de Alba o Pedralba de la Pradería, que ya han iniciado los trámites para unirse oficialmente de cara a la próxima campaña de otoño.
En la reunión participaron representantes municipales, técnicos del Servicio Territorial de Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León, la Diputación de Zamora y Cesefor. Entre los asuntos tratados, se revisaron los permisos de recolección expedidos, se presentó el balance económico del último año y se evaluaron las acciones de vigilancia, investigación y señalización realizadas. Uno de los anuncios más destacados fue el aumento del precio del permiso de recolección de dos días, que pasará de 10 a 20 euros en la próxima temporada. Además, se ampliará la oferta de cursos de recolección comercial ante la alta demanda registrada en campañas anteriores, y se editarán nuevas guías con información actualizada sobre las zonas habilitadas para la recolección.
El parque micológico —identificado oficialmente como PMZA-50.001—, junto al acotado de ampliación ZA-50.024, suma casi 24.000 hectáreas de hábitats productores de setas, entre castañares, pinares y robledales. Especies como boletus, níscalos, chantarelas, cucurriles o huevos de rey hacen de este espacio un destino ideal tanto para micoturistas como para recolectores profesionales.
La normativa vigente en Castilla y León (Decreto 31/2017) establece que sólo se pueden comercializar setas recolectadas en acotados regulados y señalizados, lo que ha llevado a un número creciente de municipios a unirse a este modelo de gestión Micocyl que impulsa el desarrollo rural y la conservación de los recursos naturales.
Además, el parque micológico Montes del Noroeste Zamorano ha sido recientemente incorporado por Cesefor a la red de Living Labs del proyecto Imforest, una iniciativa financiada por la Fundación Biodiversidad. Estos laboratorios vivos son espacios de innovación abierta donde distintos actores colaboran para desarrollar, testar y aplicar soluciones innovadoras vinculadas a productos forestales no madereros, como la resina, el corcho, las plantas aromáticas y medicinales, el piñón, la castaña, la miel y, especialmente en este caso, las setas silvestres.
En el marco del proyecto, se ha previsto un programa de intercambio entre Living Labs de diferentes comunidades autónomas. En este contexto, un grupo de personas vinculadas al parque micológico de Zamora visitará el Living Lab de Lleida el próximo mes de junio, con el objetivo de conocer de primera mano otras experiencias en torno al turismo micológico y la gestión sostenible del recurso fúngico. De forma recíproca, el equipo catalán viajará también al parque zamorano para conocer el modelo Micocyl que se está desarrollando en la provincia y cómo se está potenciando el micoturismo como motor de desarrollo local. Gracias al proyecto Imforest, el parque micológico de Zamora contará con nuevos fondos para poner en marcha diversas iniciativas centradas en la formación, el impulso del micoturismo, el apoyo al emprendimiento rural o la generación de empleo verde.
Con estas acciones, el parque micológico Montes del Noroeste Zamorano consolida su posición como un modelo ejemplar de gestión forestal sostenible, innovación territorial y desarrollo económico en el medio rural.