En otoños con mucha precipitación acumulada como el que estamos teniendo, es fácil encontrar Boletus edulis en el acotado micológico de Valladolid, especialmente en aquellos pinares con árboles muy viejos.
Los Boletus pueden adquirir formas muy variadas que van desde la típica estampa de una guía de setas, con ejemplares de pie robusto y consistente, engrosado en el centro, hasta formas retorcidas que jamás hubiésemos imaginado. En Valladolid es frecuente recolectarlos de esta manera, con pies largos y sinuosos, debido al sustrato tan arenoso que predomina en los pinares de esta provincia, que en algunas zonas forma auténticas dunas como las que se pueden encontrar en cualquier paisaje litoral. En algunos puntos, como en la carretera que une La Parrilla con Portillo, el espesor de la arena puede alcanzar los 20 metros de profundidad, aunque el arbolado y el manto vegetal del terreno parezcan disimularlo. Esta zona de Portillo y su entorno forma parte del gran arenal de Castilla que por su extensión es único en el interior de España.
Recomendamos quitar la esponja amarillo-verdosa en aquellos ejemplares de Boletus que no tengan la calidad óptima o sean demasiado maduros, y desmenuzarla por los alrededores de la zona donde han sido recolectados. Así se favorece la expansión de su micelio.