Según los datos del Centro de Investigación Forestal de Valonsadero, después de mas de 20 años de investigaciones, las campañas micológicas presentan una enorme variabilidad interanual en cuanto a su producción, siendo lo normal que las campañas tengan una producción moderada y tan sólo en 20% de los años las producciones son excepcionales.
La fructificación de los hongos de otoño es fuertemente dependiente de las condiciones de humedad registradas en las capas superficiales del suelo de nuestros montes, así como de los contrastes térmicos y reservas de carbohidratos disponibles en las raíces de los árboles o arbustos a los que los hongos viven asociados.
Un buen indicador de la bondad productiva del otoño es la reserva de agua en las capas superficiales del suelo en el mes de septiembre, de forma que cuanto mayo sea ésta mayor probabilidad de que tengamos un año excepcional.
Con carácter general podemos concluir que el verano de 2010 ha sido más seco de lo normal en Castilla y León y las condiciones hídricas hasta el 15 de septiembre no presentan todavía la humedad necesaria como para desencadenar la fructificación de setas con carácter general en nuestros montes. No obstante, a pesar de este déficit la abundante precipitación acumulada durante la primavera y el invierno pasado, ha hecho que en general los árboles y arbustos de los que dependen los hongos comestibles como los pinares, robledales, encinares, etc no hayan sufrido episodios de fuerte estrés hídrico, por lo que es previsible que presenten unas buenas reservas de carbohidratos disponibles para la fructificación de hongos, si se dan condiciones meteorológicas este próximo otoño.
Las precipitaciones registradas hasta el 15 de septiembre han sido en general escasas y dispersas procedentes de fenómenos tormentosos. Esto ha hecho que en algunas zonas puntuales se hayan desencadenado fructificaciones de Amanita Caesarea (oronjas) y Cantharellus cibarius (rebozuelos) asociadas a encinares y robledares. Igualmente, en áreas de mayor humedad se han registrado escasas fructificaciones de níscalos (Lactarius deliciosus), pero en ningún caso puede decirse que se haya generalizado la fructificación de hongos en nuestros montes.
Según la AEMET en los próximos días está prevista la entrada de una borrasca acompañada de una bajada de las temperaturas que puede llegar a acumular hasta 15 litros de lluvia por m2 en amplias áreas de Castilla y León. Esta cantidad, es todavía insuficiente, pero sin duda contribuirá a mejorar las perspectivas de tener un inicio generalizado de la fructificación de setas a principios de octubre.
Finalmente, basándonos en la información a largo plazo suministrada por el NCEP Climate Forecast System (CFS), la predicción para septiembre es que sea más seco de lo normal, por el contrario octubre se prevé normal y noviembre más seco de lo normal. Aceptando estas previsiones, con las reservas precisas que este tipo de modelos generan, podríamos aventurar una campaña micológica normal para Castilla y León en otoño 2010.
Una predicción de la producción micológica actualizada semanalmente para las principales especies de hongos comestibles de Castilla y León puede consultarse en el visor de mapas www.micodata.es.