La instalación del régimen político liberal (1833-1844) abrió una etapa de revisión de los Fueros para su adecuación al sistema constitucional. La política forestal del régimen foral tradicional, también, se vio inmersa en un proceso de reformulación, en buena medida, incentivado por la incapacidad para frenar el proceso deforestador, pero, también provocado por la introducción de la ciencia dasonómica y las técnicas de explotación silvícola. El proceso fue especialmente lento y el esperado cambio de timón de la política forestal no se produjo hasta las primeras décadas del siglo XX.