Tras décadas de trabajo y campañas de conciención por parte de administraciones públicas, medios de comunicación y la labor de diversos colectivos se percibe una mayor sensibilidad ciudadana hacia este problema, una mayor cultura de la seguridad en el trabajo forestal y agrícola, protocolos de actuación en condiciones meteorológicas extremas y un comportamiento más responsable de los colectivos históricamente implicados en el origen de los incendios forestales.